Tecnología y Medio Ambiente se dan la mano gracias a la aplicación adecuada de la tecnología de conectividad IoT (Internet of Things). Gracias a la conectividad y la tecnología de sensores nacen todo tipo de soluciones que ayudan a crear un mundo más ecológico y mas cuidadoso con el medio ambiente, a la vez que se optimiza el uso de recursos naturales.
1. Ecología sobre la marcha
Los coches autónomos, o al menos las tecnologías de conducción inteligente, marcan el comienzo de una nueva era de conducción ecológica al permitir que los vehículos en la autopista se comuniquen con centros de datos y con otros vehículos para procesar la información sobre lo que otros vehículos están a punto de hacer o han hecho. Incluso, anticipando el terreno y el estado de las carreteras pueden planificar la ruta para un control eficiente del combustible o la energía. Esto permite que el tráfico se mueva de una manera más eficiente, lo que reduce la ineficiencia de combustible provocada por los cambios de velocidad y de marcha de los autos.
2. Fauna conectada
La tecnología IoT se utilizado con eficacia para recuperar y controlar la supervivencia de especies al borde de la extinción. La protección del lince ibérico, en España, fue uno de los primeros proyectos en utilizar las tecnologías del IoT para rastrear y monitorear los pocos linces silvestres que quedan en la actualidad. Mediante el uso de collares para el geomapping de su ubicación y de sus hábitos, junto con drones conectados, se puede realizar un rastreo y vigilancia pasiva de los animales de una manera mucho menos invasiva.
3. Sin derroche no hay escasez
Uno de los grandes retos en el cuidado del medio ambiente es el derroche energético: luces que no se apagan, industrias que consumen más energía de la necesaria o una mala instalación de calefacción provocan un incremento en el coste energético y, a la vez, un derroche nocivo para el medio ambiente. Sin embargo, los hogares e industrias inteligentes, conectados permanentemente pueden evitar el uso innecesario de energía optimizando el proceso y comprobando, en tiempo real, donde se producen los mayores consumos para intentar resolverlo.
4. Sensores para el cambio
El sector de los sensores ha evolucionado de manera exponencial en los últimos años. Las nuevas generaciones de sensores permiten su utilización en prácticamente cualquier dispositivo, que conectado en red con un centro de datos, permite medir las condiciones climáticas o la calidad del aire en tiempo real y emitir avisos a usuarios y gobiernos, permitiendo la toma de decisiones en un tiempo récord.
5. Agricultura más inteligente
A través del uso de sensores inteligentes y las nuevas soluciones de conectividad, los agricultores pueden reducir la cantidad de residuos que producen, supervisar los procesos agrícolas según el clima, la humedad, la luz solar y otros factores externos y monitorizar todo el proceso para reducir la incertidumbre, ahorrar costes y minimizar el impacto ecológico.